Un toro negro distinto
En algún lugar de España, en una ladera alta, con vistas a sierras onduladas, se encuentra un toro negro muy distinto.
Este enorme animal no te embestirá o te ahuyentará, no intenta cogerte con uno de sus impresionantes y afilados cuernos y no reaccionará si intentas pasarlo con un paño, tenga el color que tenga. Se trata de una silueta negra de catorce metros de alto: el famoso toro de Osborne.
Apareció por primera vez en España hace más de cincuenta años como vallas publicitarias. Con el paso de los años estos toros se hicieron tan populares que, cuando en 1994 se introdujo una ley prohibiendo esta forma de publicidad y eliminaban algunas de estas imágenes, hubo una protesta de proporción casi nacional. Los activistas alegaron que los toros se habían convertido en parte del paisaje y eran ya de tal importancia cultural que muchos les consideraban como símbolo nacional (aunque no oficial) de España. El tribunal finalmente cedió y permitió que estos toros permaneciesen en su sitio, aunque prohibió la publicidad en ellos.
Actualmente en todo el país quedan ochenta y seis imágenes del toro de Osborne, la mayoría en Andalucía. Sólo hay dos en La Rioja , y encontrarás cinco de estos toros de madera bien protegidos en la tierra árida de Extremadura.
De hecho, un joven artista de la ciudad de Cáceres descubrió cómo están protegidos. Protestando contra la violencia doméstica y opresión sexual en la sociedad española, aplicaba sobre uno de estos toros, grandes manchas blancas, le equipaba con una ubre rosa, transformando así el orgulloso toro negro en una mansa vaca lechera. Pero, siempre deben tratar al toro español con gran cautela, en una plaza de toros o fuera de ella. El autor de aquella mutación fue detenido y pasó dos días en la cárcel por dañar bienes públicos. (307 Palabras)